El cuero es un material clásico. Duradero, elegante y resistente, una buena pieza de cuero debería durar toda la vida. Sin embargo, como la mayoría de las cosas, necesitas darle algo de amor. Mientras mejor lo cuides más durará y mejor se verá. Es un material especial que no puedes simplemente tirar en el lavarropas, por eso es importante entender cómo mantenerlo.

1) Mantenga el cuero fuera del alcance del SOL.

El sol lo secará y terminará resquebrajándolo. Una vez que el cuero se haya vuelto quebradizo, comenzará a agrietarse y deteriorarse.

2) Mantenga el cuero en un lugar FRESCO Y SECO cuando no se está usando.

El moho puede deteriorar el cuero si se le permite crecer en él.
Tampoco guarde el cuero en bolsas de plástico o similar, esto puede hacer que el cuero no pueda respirar y se humedezca.

3) Mantenga el cuero fuera del alcance de abrasivos y objetos cortantes

Debemos tratar de evitar cortes y arañazos, no nos olvidemos que una vez que el cuero es dañado no puede ser restaurado. Tampoco debemos obsesionarnos ya que es probable que pueda suceder algo a un producto de prolongada duración como lo es el cuero

4) Mantenga el cuero hidratado

Si encuentras que tu cuero está empezando a secarse o rajarse es momento de humedecerlo. Recomendamos ceras naturales o aceites. Cualquiera de ambas nos va a servir para restaurarlo.

Con un trapo o cualquier recorte de algodón que tengamos debemos limpiarlo 1 vez por semana sin agregados, de esta manera es muy probable que en el futuro no debamos hacerle una limpieza profunda, cosa que es mucho más difícil.
No usar jabón ni ningún material abrasivo de limpieza del hogar, puede secarlo o agrietarlo permanentemente.
Y por último cuando tu cuero se haya mojado trata de secarlo a temperatura ambiente, nunca dejarlo al sol o cerca del fuego como si fuera una remera de algodón, arruinará el cuero secándolo de manera considerable.